En un reciente día de verano, bajo un cielo azul, un cilindro de acero de 272 pies de alto, 31 pies de ancho y 1.500 toneladas estaba siendo empujado hacia el fondo del océano a 27 millas de la costa de Virginia Beach. El proceso se repetirá durante meses a medida que Dominion Energy construya el proyecto eólico marino más grande del país.
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Con la certeza que le dieron la supervisión estatal y la Ley de Economía Limpia, Dominion pudo concretar contratos firmes con los proveedores.
"El hecho de que tengamos un proyecto regulado, y el hecho de que la Ley de Economía Limpia establezca esos objetivos, nos dio la confianza para ir a los proveedores y decirles que esto es lo que necesitamos en este cronograma", dijo Bob Blue, presidente y director ejecutivo de Dominion Energy.
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El proyecto también está en el corazón del enfoque integral de Virginia para la producción de energía, que tiene como objetivo hacer que la energía sea barata y abundante mediante el empleo de combustibles fósiles, energía nuclear y el cultivo de energía verde, dijo el gobernador Glenn Youngkin, quien asistió al evento.
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El gobierno federal está invirtiendo dinero en proyectos de energía alternativa, incluido un gran parque eólico planeado frente a la costa de Virginia.
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